Estructural

Las enfermedades estructurales del corazón pueden ser patologías congénitas o adquiridas, y algunas de ellas, pueden no causar síntomas ni dar señales de su existencia e incluso, en algunas ocasiones, pueden manifestarse en la etapa adulta, pudiendo también causar complicaciones muy graves e igualmente, poner en riesgo la vida.

En un corazón estructuralmente normal, las válvulas, arterias, venas y cavidades cardíacas ayudan a transportar la sangre, siguiendo un patrón circulatorio: cuerpo – corazón – pulmones – corazón – cuerpo. Cuando todas estas estructuras anteriormente mencionadas, funcionan correctamente, la sangre se dirige del corazón a los pulmones para que exista un intercambio gaseoso y oxigenación de la misma, y vuelve al corazón para que éste la envíe a los diferentes órganos, pudiéndose oxigenar. Cuando existe alguna malformación o defecto en las válvulas, las cavidades cardíacas, arterias y/o venas, este patrón de circulación puede verse afectado. 

Existen diversos tipos de defectos congénitos en el corazón que pueden ir de cardiopatías simples a complejas y muchas variaciones anatómicas adicionales.

Los defectos del corazón más comunes son:

  • Defecto septal atrial
    y/o ventricular.
    Válvula aórtica bivalva. 
  • Canal atrioventricular.
  • Coartación de la aorta.
  • Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico.
  • Atresia pulmonar, tricuspíde.
  • Estenosis pulmonar.
  • Tetralogía de Fallot.
  • Conexión venosa pulmonar anómala total o parcial.Transposición de los grandes vasos.
  • Tronco arterial.
  • Ductus arterioso persistente.

En la mayoría de los casos, estos defectos producen ciertas alteraciones que llevan al deterioro o daño de determinados órganos, y por ende, de las condiciones clínicas de los pacientes.  

Para procedimientos Estructurales brindamos un portafolio adecuado a sus necesidades:

Pacientes mayores de 70 años. Insuficiencia mitral o aortica, por el cierre incompleto de las valvas.

Pacientes jóvenes que puedan tomar anticoagulantes de por vida. Insuficiencia mitral o aórtica, por el cierre incompleto de las válvulas.

Insuficiencia mitral sintomática severa. Pacientes con alto riesgo quirúrgico. 

Defecto congénito del corazón. Pacientes prematuros con persistencia del ductus arterioso.

Embolizaciones arteriosas y venosas en la vasculatura periférica.